El cielo posterior de MTC (Medicina Tradicional China) se refiere a la energía adquirida por el cuerpo después del nacimiento, en contraste con el cielo anterior, que es la energía innata que heredamos de nuestros padres. En la visión de la MTC, el cielo posterior está relacionado con la energía que obtenemos principalmente de la comida y la respiración.
Para explicarlo en términos de conceptos occidentales, se puede hacer una analogía con el metabolismo y los procesos energéticos del cuerpo:
1. Cielo posterior como el metabolismo adquirido
En la MTC, el cielo posterior está vinculado a los órganos como el bazo y el estómago, que transforman y transportan la energía de los alimentos y los líquidos. En términos occidentales, esto sería el equivalente a los procesos digestivos, en los que los nutrientes de los alimentos son descompuestos, absorbidos y convertidos en energía utilizable por el cuerpo.
El bazo, en este contexto, cumple una función similar al sistema digestivo y al metabolismo celular, que permiten extraer energía de los alimentos para mantener las funciones vitales. La MTC también habla del Qi del cielo posterior, que es la energía que obtenemos de la digestión y la respiración. En términos occidentales, esta «energía» puede compararse con el ATP (adenosín trifosfato), que es la moneda energética de las células.
2. Respiración y oxígeno
Otro componente clave del cielo posterior es la energía que obtenemos a través de la respiración. En términos modernos, esto se relaciona con el proceso de respiración celular, donde el oxígeno que inhalamos es utilizado en las mitocondrias de las células para convertir glucosa en energía (ATP). La MTC reconoce la importancia de los pulmones para transformar el Qi del cielo posterior, lo que en términos occidentales puede equipararse a la importancia del oxígeno en la producción de energía en las células.
3. Homeostasis y mantenimiento corporal
El cielo posterior también se puede relacionar con el concepto occidental de homeostasis. El cuerpo constantemente adquiere energía de fuentes externas (alimentos y aire), la utiliza para mantener el equilibrio interno y llevar a cabo funciones esenciales como el mantenimiento de la temperatura corporal, la reparación celular, y la eliminación de desechos.
4. Nutrientes y vitaminas
En la MTC, el cielo posterior es la base de la vitalidad diaria, y depende de la calidad de los alimentos y del estado del bazo-estómago. En términos de nutrición occidental, esto puede compararse con la importancia de una dieta equilibrada rica en nutrientes esenciales (proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales) que son necesarios para el funcionamiento óptimo del cuerpo.
5. Energía almacenada y reservas
El cielo posterior también podría compararse con las reservas energéticas del cuerpo, como el glucógeno almacenado en el hígado y los músculos, que es utilizado cuando se requiere energía adicional. En la MTC, se piensa que una parte de la energía adquirida del cielo posterior se almacena para su uso futuro, similar a cómo el cuerpo almacena glucosa o grasa para ser utilizada en momentos de necesidad.
En resumen, el cielo posterior en la MTC se puede equiparar con los procesos fisiológicos de obtención, almacenamiento y utilización de energía en términos de metabolismo, respiración, nutrición y homeostasis en la medicina occidental.
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